Los desafíos del mutualismo en tiempos de neoliberalismo libertario

Roberto Álvarez – Roberto Álvarez – Presidente de la Asociación Mutual de la Abogacía del Estado (AMAE).
El presidente Javier Milei tomó la primera gran medida de su Gobierno al firmar un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para desregular la economía. La norma deroga 41 leyes, DNU y decretos por completo y deroga artículos de otras tantas con el objetivo de «sentar las bases para la reconstrucción de la economía argentina».
Entre las medidas anunciadas por Milei, hay tres que pegan de lleno en la Economía Social y Solidaria: la derogación de la Ley de Abastecimiento (utilizada para impedir maniobras que perturben el normal abastecimiento de bienes esenciales), derogación de la Ley de Góndolas (la cual incentiva la oferta de productos regionales) y derogación de la Ley del “Compre Argentino” (que le da preminencia a la producción nacional por sobre aquellos productos de origen foraneo)»
El DNU parece muy ambicioso pues propicia la derogación y modificación de una gran cantidad de leyes y algunos decretos, lo que da cuenta de un uso arbitrario y abusivo de los denominados DNU, ya que no se observa la tan mentanda necesidad y sobre todo la urgencia de hacer tan profundos cambios normativos los cuales aparecen como injustificados.
Por eso, este DNU afecta a una amplia gama de actividades económicas toca normativas de orden público como la ley de contrato de trabajo. Y en cuanto a la Economía Social y Solidaria, teniendo en cuenta su amplitud tanto con cooperativas, mutuales o asociaciones civiles, lo perjudica porque trastoca el régimen de contrato de trabajo y la eliminación del ‘compre argentino’ que promueve la compra por parte del Estado a PyMES o cooperativas, las cuales son un sector que quedaría aparte y sin promoción.
En todo ese contexto adverso, el Mutualismo y Cooperativismo, como formas de organización de la propia sociedad, se enfrentan, quizás, a unos de los desafíos más importantes de su historia. En ese marco, las entidades dedicadas al mutualismo, tendrán que afrontar duros momentos, donde los recursos económicos y, especialmente los humanos, entrarán en crisis, con grandes y graves riesgos a la integridad de las personas.
De todas maneras, en tiempos de neoliberalismo libertario el libre mercado fue ganando protagonismo, determinando muchas veces que la economía social y solidaria se visualice solamente como asistencialistas. La brutalidad de los acontecimientos, hacen que revaloricemos las organizaciones de ayuda mutua y solidarias, confiando en que motoricen las acciones necesarias para enfrentar la difícil situación económica que nos aqueja, revalorizando el bien común por sobre el avance de las ideas y acciones individualistas.
La dificultad del momento hace que debamos integrarnos con otras formas empresariales, con otros actores, trabajando siempre bajos los valores solidarios y ser cuidadosos de la figura de la mutualidad.
A partir de la revalorización social de mutualismo como un bien imprescindible, se abre la oportunidad de desarrollar un nuevo sistema mutual que garantice por supuesto infraestructura, tecnología y recursos humanos, pero especialmente equidad e integralidad.
Como individuos, la situación nos pone a todos en igualdad de condiciones. Seguramente cambiaremos muchas de nuestras actitudes, deberemos mejorar las relaciones entre los seres humanos y tomar más compromisos sociales, siendo allí donde resurge el Mutualismo en su mayor desafío: como organización solidaria de las personas, capaz de resolver las necesidades de la gente, en la ayuda mutua, en la unión, enfrentando y superando la adversidad que la coyuntura del país nos ofrece, para luego construir un mundo mejor.