Natalia Zaracho: «La desregulación disfrazada de libertad no acomoda el mercado a favor de la gente»
La legisladora expresó su profunda inquietud ante lo que percibe como una creciente falta de control en los precios, y manifestó sus preocupaciones a través de su cuenta en la red social X (previamente conocida como Twitter). En sus declaraciones, resaltó que en la actualidad, una familia necesita la considerable suma de $272 mil pesos para adquirir los alimentos básicos contemplados en la Canasta Básica Alimentaria. Esta cifra contrasta fuertemente con los $182 mil pesos necesarios apenas un mes antes, representando un aumento casi del 50% en un período tan corto.
La legisladora detalló específicamente que productos esenciales como la leche, el arroz y la carne han experimentado incrementos alarmantes, haciendo que la simple tarea de acudir a la tienda, la verdulería o la carnicería sea una experiencia económica y emocionalmente violenta. Enfatizó que los impactos de estas alzas de precios recaen de manera desproporcionada sobre los sectores de bajos y medianos ingresos, así como en trabajadores informales y la economía popular en general. Subrayó que, lamentablemente, en los Barrios Populares la inflación golpea con mayor fuerza.
En otro orden de ideas, la legisladora contrastó la propuesta del político Milei, quien aboga por un «sinceramiento» de precios, con la realidad de los ingresos de los trabajadores, señalando que estos últimos no experimentan una mejora proporcional. Criticó la desregulación disfrazada de «libertad», argumentando que, lejos de beneficiar a la población, esta medida resulta en un crecimiento de las ganancias para unos pocos, mientras que el poder adquisitivo de la mayoría se ve mermado.
Finalmente, concluyó sus reflexiones haciendo hincapié en que estas medidas de desregulación y «libertad» afectan negativamente a las familias, a los vecinos y, en última instancia, a toda la sociedad. Desde el ámbito legislativo, afirmó su compromiso de defender los principios fundamentales del Estado, la democracia y los intereses de cada ciudadano argentino, cerrando su mensaje con la firme declaración: «LA PATRIA NO SE VENDE».