La UNSAM publicó un informe sobre las muertes violentas invisibilizadas

La Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) presentó un informe titulado «Morir», elaborado por el núcleo de estudio sobre violencias de la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (EIDAES). El trabajo, a cargo de los sociólogos José Garriga Zucal y Eugenia Caravaca, analiza estadísticas de homicidios, suicidios, accidentes viales y violencia institucional en el partido de San Martín entre 2021 y 2023. Sus conclusiones buscan aportar a la formulación de políticas públicas locales y abrir debates sobre estas problemáticas.

El estudio destaca que los suicidios y las muertes por accidentes viales están invisibilizados en comparación con los homicidios dolosos, que suelen acaparar la atención mediática y discursiva. Los investigadores subrayan la necesidad de estadísticas oficiales sobre violencia institucional, ya que para este informe se debieron utilizar datos de instituciones como la Comisión Provincial de la Memoria (CPM) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), cuyas cifras no siempre coinciden.

El informe detalla que en 2020 se registraron 48 homicidios dolosos en San Martín, cifra que descendió a 38 en 2021 y a 28 en 2022, manteniéndose en ese nivel el año pasado. A pesar de esta caída del 27% desde 2019, el partido sigue teniendo una tasa de homicidios alta en comparación con el promedio provincial: 6,33 por cada cien mil habitantes, solo por debajo de José C. Paz y por encima de Tres de Febrero. A nivel nacional, Rosario lidera las tasas con 20,7 homicidios por cada cien mil habitantes, seguida por Santa Fe y Tucumán capital. En la Ciudad de Buenos Aires, las comunas 4 y 7 presentan cifras notorias, superando a San Martín.

En cuanto a las causas subyacentes, los autores señalan que las tasas más altas de homicidios se observan en regiones con intensa actividad de narcotráfico, mientras que las zonas con menores tasas suelen estar marcadas por delitos contra la propiedad. Además, destacan la invisibilización de víctimas consideradas como «mala víctima», un concepto que incluye a detenidos, encarcelados y personas vinculadas al delito, desatendidas tanto por políticas públicas como por los medios de comunicación.

El informe también aborda el uso de armas reglamentarias por agentes de seguridad fuera de servicio, un factor recurrente en las muertes violentas. Garriga Zucal subraya la diferencia en la frecuencia de uso de estas armas según la jurisdicción, con mayores incidentes en provincias como Buenos Aires en comparación con otras de menor densidad poblacional. En este contexto, se menciona como ejemplo la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que limita el porte de armas fuera de servicio, una política difícil de implementar en fuerzas más grandes.

Estos hallazgos se enmarcan en la sociología de la violencia, un campo de estudio que creció a partir de los años noventa para analizar las consecuencias de las transformaciones estructurales generadas por el neoliberalismo. Entre sus principales referentes se encuentra el sociólogo francés Loïc Wacquant, autor de obras que exploran la relación entre violencia, exclusión social y dominación.

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